
Dos grandes reformas socioeconómicas van a marcar el rumbo de España en las próximas décadas: la del mercado laboral y la de las pensiones. Ambas afectan sobre todo a trabajadores y empresas, y ambas polarizan a la sociedad. En un foro sobre fondos europeos organizado por El Correo y BBVA, los representantes de los empresariados vasco y cántabro dejaron claro su rechazo a los términos en los que se están planteando los debates para acometer las reformas. «Sólo se dice lo que la gente quiere oír. Parece que la empresa tiene que ser la pagadora de todo, la que vaya a resolver el problema del sistema de las pensiones», sentenció Carolina Pérez Toledo, presidenta de la asociación de empresarios vizcaínos Cebek. En su opinión, «las empresas están muy ahogadas y la recuperación económica pende de un hilo». Eduardo Junkera, presidente de Adegi, cargó contra los términos en los que se está planteando la reforma de las pensiones: «Únicamente se ponen parches a un sistema en el que habría que meterle mano a los problemas subyacentes. Pascal Gómez, presidente de SEA Empresas Alavesas, cerró el acto con una solución contundente: «Siempre utilizamos la misma fórmula: apretar más a los que cotizamos para que coticemos más. Y esa no es la mejor fórmula», señaló. «Este país se soluciona de dos maneras. Con 150.000 empresas nuevas que aporten millón y medio de cotizantes y atajando la economía sumergida. Solo con eso se acaba el problema de las pensiones. Es así de sencillo».