
El presidente de CEBEK Iñaki Garcinuño, ha alertado de que la posible unidad de acción entre ELA y LAB puede “radicalizar” posturas y dificultar “aún más” la firma de convenios colectivos en Euskadi. Además, ha pronosticado que ELA “fagocitará” a LAB y lo “eliminará” como “sujeto importante” del “juego de la negociación colectiva”
Entrevistas por Eider Hurtado en Onda Vasca, Garcinuño ha recordado que “existen bastantes mesas” de negociación “abiertas” y no ha descartado que “se vaya a producir algún tipo de firma”. Además, ha apuntado que, en 2016, en Bizkaia, se produjeron firmas de convenios “no desdeñables”.
Según ha confesado, lo que preocupa a la patronal vizcaína es “llenar de contenido” el acuerdo sectorial rubricado con los cuatro sindicatos. Sin embargo, ha insistido en que observa “con cierta preocupación” el “posible futuro de unidad sindical que desde LAB se trata de crear”.
“Esa posible unión sindical, lo que tememos es que nos haga más difícil aún la firma de convenios colectivos, quizás porque se produzca una radicalización en las demandas sindicales que no podamos aceptar”, ha explicado.
FAGOCITAR
Garcinuño ha emplazado a “esperar” si esa unidad de acción sindical entre las dos centrales vascas “se produce o no”, pero ha manifestado su convicción de que “elimina del juego de la negociación colectiva a un sujeto importante que, en este caso es LAB”.
“Si realmente acaba firmando una unidad de acción con ELA, quizás, de alguna forma, le fagocite su propia independencia como sindicato y dé lugar a una radicalización de las posturas”, ha advertido.
Debate fiscal
El presidente de CEBEK se ha mostrado partidario de conocer los datos de recaudación de las Haciendas vascas antes de abrir un debate sobre la reforma fiscal “excesivamente brusco, de inicio”.
Tras apostar por un “análisis” de los distintos agentes afectados “lo más objetivo posible”, ha considerado que “las cartas están sobre la mesa”, y ha recordado que los empresarios rechazan un fiscalidad “con mayor presión que el entorno”.
En una entrevista a Onda Vasca, recogida por Europa Press, Garcinuño ha asegurado que, “antes de abrir un debate excesivamente brusco, de inicio”, habría que ver como evoluciona la recaudación en Euskadi.
Garcinuño ha recordado que los datos actuales, aunque no van a ser “los definitivos”, apuntan a “una subida importante”, de entre el 10 y el 13% dependiendo del Territorio, lo que suponen “recaudaciones relativamente importantes”.
“Seguramente en agosto esos datos caerán porque hay unos anticipos que quizá luego haya que devolver. Por tanto, no es un dato real a día de hoy, pero todos consideramos positivo estar un 13% por encima que un 13% por debajo”, ha manifestado.
A su juicio, “con esos datos en la mano”, es “probable” que se pueda abrir un debate “fiscal con un razonamiento objetivo, con unos datos en la mano que pudiéramos poner sobre la mesa para que el análisis de los distintos agentes afectados por una reforma fiscal futura sea lo más objetivo posible, sobre una realidad consensuada entre todos nosotros”, ha precisado. Según ha advertido, “todavía no se ha llegado a ese punto de análisis objetivo entre todos los agentes”.
CARTAS SOBRE LA MESA
Garcinuño ha apuntado que los empresarios vizcaínos piden que la fiscalidad vasca “no sea un elemento de no competitividad, que perjudique a las empresas cara a sus inversiones y frente a un entorno”. “No sé si tiene que ser ‘A’ o ‘B’, pero sí me gustaría que no fuera una fiscalidad con mayor presión que la que tiene nuestro entorno, cosa que, en la realidad actual, sí lo es”, ha argumentado.
En su opinión, en la actualidad “las cartas” tanto del Gobierno vasco, Diputaciones, Gobierno vasco, patronal y sindicatos “están sobre la mesa” y quizá “haga falta esperar a ver cuáles son los efectos de esa recaudación al final del año y, a partir de ahí, “los partidos y la Administración tendrán que tomar una postura”. Garcinuño espera que los/as empresarios/as sean “consultados en ese proceso”.
Banco Popular
El presidente de la Confederación Empresarial de Bizkaia se ha mostrado convencido de la “intervención” y posterior compra del Banco Popular por parte de “un gran banco” ha evitado las “consecuencias” que podrían haberse producido “en el ámbito de la inestabilidad financiera”.
“No me preocupa tanto lo que pueda ocurrir a partir de ahora, que el hecho de la intervención es preocupante, pero el hecho de que un gran banco sea capaz de resolverlo es una noticia, en principio, positiva”, ha manifestado.
El dirigente de la patronal de Bizkaia ha insistido en que “lo que habría preocupado” habría sido “una situación de incertidumbre e inestabilidad financiera que quizás hubiera podido contaminar a un entorno financiero” en el que Euskadi “tiene presencia también”, como por ejemplo, con Kutxabank “como ejemplo de banco más afincado en el territorio”.
Para Garcinuño, la “caída” del Popular ha sido “relativamente rápida, a pesar de que se sabía que las cuentas no eran todo lo saneadas que lo fueron en su momento”. “Quizás ha sorprendido la velocidad con la que han ido evolucionando las noticias de su deterioro”, ha añadido.
En su opinión, “salvo en esta cuestión” no parecía que hubiera “inestabilidad financiera” o “al menos, para preocupar”. “La labor del Banco Central está siendo solvente y con autoridad y da la sensación que inestabilidad financiera no había”, ha insistido.
Para el presidente de Cebek, pueden preocupar “inestabilidades de otra índole” como las “geopolíticas” que sí “podrían dar lugar a otras inestabilidades económicas”. Sin embargo, cree que “por el momento” se atraviesa por una situación económica “de calma chicha” en la que se está “atentos” a otras cuestiones vinculadas a EE.UU., a su “proteccionismo” o al “no crecimiento de China”.
“Pero, por una vez, en Europa parece que la sensación es positiva, los crecimientos de los diferentes países europeos van al alza y, por tanto, podemos pensar que nuestro actual crecimiento, entre ese 2,5 ó 2,7% en Euskadi se siga manteniendo en el tiempo”, ha manifestado.