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«No vemos que la sociedad, el Gobierno ni los sindicatos consideren al absentismo una prioridad a resolver»

Euskadi sigue en cabeza del absentismo laboral incluso en tiempos de coronavirus

A pesar de que la visión de la patronal y los sindicatos difiere en las causas, ambos coinciden en que hay que ponerle solución

Trabajadores atraviesan los tornos de salida de una empresa industrial. /manu cecilio
Trabajadores atraviesan los tornos de salida de una empresa industrial. / MANU CECILIO
Carmen Larrakoetxea
CARMEN LARRAKOETXEA
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Si algo permanece invariable, incluso en el año del coronavirus, es que Euskadi se mantiene como una de las autonomías con mayor absentismo laboral por Incapacidad Temporal (IT), lo que popularmente se llaman bajas médicas, ya sea por enfermedad común, laboral o accidente, sólo por detrás de Canarias. A la presión habitual a la que se ve sometido el tejido productivo vasco -que ya era calificada por muchas empresas como un problema «inasumible» para su competitividad-, hay que sumarle este año las bajas por Covid-19, que no cesan de crecer a medida que se extiende la segunda ola de la pandemia y que está ahora en niveles récord.

Los primeros datos sobre absentismo en 2020, elaborados por la agencia de recursos humanos Randstad, sitúan la tasa vasca del segundo trimestre de este año -entre abril y junio- en el 6,3%, un punto y medio más que la media española, del 4,9%. En cifras reales, supone que alrededor de 58.000 trabajadores vascos no acudieron a sus trabajos cada mañana bajo justificante médico.

«No vemos que la sociedad, el Gobierno ni los sindicatos lo consideren una prioridad a resolver»

«No vemos que la sociedad, el Gobierno ni los sindicatos lo consideren una prioridad a resolver»FRANCISCO J. AZPIAZU | CEBEK

La cifra de Euskadi supone un incremento de casi un punto porcentual sobre el mismo periodo del año anterior, que Randstad atribuye en su mayor parte al impacto de la pandemia. «Pero ello no nos debe hacer olvidar que el punto de partida del absentismo por IT ya estaba en niveles elevados con anterioridad», puntualiza Valentín Bote, director de la división Randstad Research. Su empresa elabora estos datos desde 2008 y Euskadi siempre ha estado en cabeza de España.

Estos primeros datos estadísticos confirman la preocupación ya expresada a EL CORREO en junio por importantes cabeceras industriales vascas como Michelin, Mercedes, Tubacex, Tubos Reunidos, Ramondin, Petronor o ArcelorMittal, que veían cómo a la situación normal de bajas por enfermedad se le añadían las afecciones del Covid, provocando problemas serios en la planificación de producción y generando costes adicionales. En el caso de las pymes, estas afecciones están obligando a algunas a parar su actividad.

Frente a las apelaciones que argumentan que el mayor absentismo en Euskadi responde a la estructura industrial de su economía, expertos del sector de mutuas laborales consultados por este periódico atribuyen «una cierta influencia» a esta circunstancia. Pero agregan que en Euskadi es «claramente superior» al de otras comunidades industriales como Asturias o Aragón. O como especifica Valentín Bote, «en la industria el sector más absentista es el de automoción y es llamativo que en metalurgia estén un par de puntos por debajo», cuando en teoría es una actividad similar.

«Automoción es líder en absentismo y la metalurgia está dos puntos por debajo; y ambos son industria»

«Automoción es líder en absentismo y la metalurgia está dos puntos por debajo; y ambos son industria»VALENTÍN BOTE | RANDSTAD

No basta con lamentarse

El secretario general de la patronal vizcaína Cebek, Francisco Javier Azpiazu, constata que «el problema del absentismo laboral aparece entre las cinco primeras preocupaciones que nos manifiestan las empresas, incluso en los años de bonanza». Avala estas conclusiones con los datos de 2019: en Euskadi se perdieron de media 17,7 jornadas por trabajador y año, cuando el promedio español fue de 14,3 días. Por territorios, la situación más negativa se vive en Bizkaia con 18,5 días perdidos; después Álava, con 17,1; y cierra Gipuzkoa con 16,2 días.

Azpiazu insiste en que el absentismo «supone una pérdida de productividad importante para las empresas y también perdidas económicas». Y como conclusión, lamenta que a pesar de estas cifras «no vemos que ni la sociedad, ni las administraciones ni los sindicatos estén realmente preocupados y consideren que es una cuestión prioritaria a resolver». Por ello, llama a la Administración y a las organizaciones sindicales «a asumir que se trata de un problema real que hay que resolver hablando, dialogando, buscando soluciones».

«Hasta hace poco te podían despedir por estar de baja médica. Eso era ya el colmo»

«Hasta hace poco te podían despedir por estar de baja médica. Eso era ya el colmo»RAÚL ARZA | UGT

La percepción desde la parte sindical lógicamente difiere, aunque hay coincidencia en que se deben analizar las causas del absentismo para ponerle remedio. El responsable de negociación colectiva de ELA, Pello Igeregi, anima a la patronal a que tras la recurrente queja por el absentismo «haga una autocrítica de por qué se da», e insiste en que tras cada baja hay un parte médico que atestigua su necesidad. Para Igeregi no se puede obviar que en materia sanitaria influye que «tenemos una población más envejecida, una atención primaria saturada que no puede hacer una labor de prevención como debería y un empobrecimiento de la población que también tiene consecuencias en la salud». Más explícitamente, emplaza a la patronal a «examinar las condiciones en los centros de trabajo» y reclama de forma directa que Osalan, la agencia vasca de seguridad y salud laboral, inspeccione más.

El secretario general de UGT Euskadi, Raúl Arza, coincide en que el análisis del problema no se puede limitar a «determinar unas cifras y rasgarse las vestiduras con que son las más altas y perjudican a la competitividad». Pide ir más allá y «analizar las causas reales». «Podría tener sentido establecer un observatorio del absentismo donde se analicen los datos y qué hay detrás». Arza también rechaza que se cojan bajas injustificadas, porque hay un parte médico, y recuerda que hasta el pasado febrero estuvo vigente una legislación que permitía a las empresas despedir a un trabajador por coger bajas. «Era el colmo».

«Lo que no hace la patronal es una autocrítica de por qué se produce ese mayor absentismo»

«Lo que no hace la patronal es una autocrítica de por qué se produce ese mayor absentismo»PELLO IGEREGI | ELA

Más alto en las cooperativas

Del alto absentismo por IT tampoco se libran las cooperativas, donde los trabajadores son a la vez los dueños. Y prueba de ello es que su tasa es mayor que la media vasca. Según Lagun Aro -que cubre todas estas contingencias para la Corporación Mondragón- la tasa llegó al 5,41% el pasado año, con un coste económico de casi 37 millones en prestaciones.

Lagun Aro constata que el alza de 2019 «se suma a la tendencia negativa que se arrastra desde 2014», pese a que la Corporación estableció en 2011 un sistema de bonificaciones en las cuotas para las cooperativas con menores niveles de absentismo y con penalizaciones para las mayores.

Por ello, el año pasado se abrió un proceso de reflexión «en conjunto con las cooperativas», para analizar «las razones que explican esta negativa evolución y las acciones o ámbitos en los que habrá que incidir para revertir la actual tendencia del absentismo».

SECTOR PÚBLICO

7,67%
es la media del absentismo en el Gobierno vasco, tasa muy superior al 5,25% que registraba en 2016. En la anterior crisis, en 2012, para reducir las bajas médicas el Ejecutivo vasco eliminó el abono completo del salario desde el primer día, recorte que anuló a partir de septiembre de 2018.

BAJAS POR COVID

61.727 personas aisladas, un 20% más en sólo 10 días

La emergencia sanitaria se complica y en Euskadi el pasado jueves ya eran 14.029 los ‘casos activos’ en Covid (incluyendo enfermos y asintomáticos), según datos de Osakidetza. Esto supone un alza de un 20% en sólo diez días, y si se tiene en cuenta que por cada caso activo hay que aislar a una media de 4,4 contactos estrechos, la cifra de personas confinadas llega a las 61.727.

Esta necesidad de confinamiento penaliza claramente al mercado laboral, ya que muchos trabajadores no pueden acudir a sus puestos durante al menos los diez días de cuarentena obligatoria.

A falta de disponer de datos oficiales y para hacerse una idea del impacto laboral de esta situación, el pasado 21 de octubre en Euskadi había 7.118 casos activos, que llevaron a confinar a 31.319 personas. En esa misma fecha el Instituto Nacional de Seguridad Social contabilizaba 9.771 bajas médicas por Covid en el País Vasco.

 

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