
Es difícil encontrar un acontecimiento donde convivan el compañerismo y la pura competición con absoluta armonía. Esa combinación de valores imperó ayer en la III Carrera de Empresas de Bilbao, donde la sana diversión y los resultados deportivos fueron las señas de identidad de una prueba en la que participaron un millar de personas, algunas procedentes de otras comunidades autónomas.
Camisetas con los colores corporativos de 200 empresas se mezclaron ayer en el circuito de 8 kilómetros que partía del Museo Guggenheim, continuaba por Uribitarte, cruzaba el puente del Ayuntamiento, tomaba el Campo Volantín y la avenida de las Universidades, se adentraba en zona inferior y sobre el puente Euskalduna y concluía en el Museo Marítimo. La mayoría de los 288 equipos eran mixtos formados por hombres y mujeres (149), por 32 femeninos y 107 masculinos. Un millar de corredores acudió a esta cita, en la que cuartetos formados por trabajadores de un misma empresa tratan de terminar en la mejor posición. Como la diferencia máxima en meta sólo podrá ser de 8 segundos entre el primero y el cuarto de los corredores de un mismo equipo, es obligatorio coordinarse, que los mejores tiren sin escaparse y los menos resistentes aguanten la cadencia de los líderes. La esencia del trabajo colectivo.

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Aunque la mayoría corre por simple afición, muchos participantes se atreven con maratones, ascensiones de montaña, triatlones y otras grandes distancias. Es el caso de Jon Salvador (campeón del Maratón del Sáhara en 2010 y compañero habitual de Javi Conde en los Maratones Solidarios), del cuarteto de la Ertzaintza que entró primero en meta y pulverizó el récord de la Carrera de Empresas con un tiempo de 30 minutos y 10 segundos, muy inferior a los 32 minutos y 18 segundos conseguido en 2019. «Hemos salido con un ritmo muy fuerte al principio para luego ir regulando, Sí pensábamos que podíamos ganar, porque es difícil reunir a cuatro corredores que bajen de 30’40”, aunque en muchos equipos hay individualidades muy buenas», indicaron los cuatro agentes. Segundos entre los chicos fueron los corredores de Arteche 8 y terceros, los de IMQ 3, que en los últimos cien metros adelantaron a unos rivales de los que se había descolgado su cuarto componente.
Entre las chicas se impuso Arteche 2, por delante de las sanitarias de la OSI Bilbao Basurto y de las de IMQ 3, la empresa que recibió el premio por el mayor número de equipos participantes. La campeonas supieron encontrar la marcha adecuada. «Mis tres compañeras corren habitualmente, yo no, pero hemos sabido correr juntas aunque a mí me haya costado. Las tres ya venían nerviosas a primera hora de la mañana porque pensaban que sí podíamos ganar», explicaba muy feliz Iratxe Argüeso, una de las vencedoras. También en esta categoría se batió la marca de 2019 (42’11”), en esta ocasión por diez segundos (42’01”).
Entre los cuartetos mixtos, el de Axa Seguros fue el más rápido, mientras que el segundo puesto fue para IMQ 12 y el bronce, para IMQ 16. Los atletas de la aseguradora también se conjuntaron para avanzar en formación cerrada a pesar de que «prácticamente nos vemos en esta carrera, porque somos de Bizkaia, Miranda y Donostia y cada uno entrena por su cuenta, individualmente y va a las carreras que le pillan más cerca de su casa o a las que le gustan». Su crono quedó en 35’02”, cuatro segundos mejor que el registrado en mixtos en la pasada edición.

Un público muy fiel
La III Carrera de las Empresas atrajo a numeroso público, sobre todo a la explanada del Museo Marítimo, donde se habilitó la meta y el punto de concentración de los corredores. En ese sector comenzó el calentamiento a golpe de micrófono con las pautas y movimientos que mostraba un monitor subido al escenario. Familiares y grupos de compañeros de trabajo animaron a sus equipos con gritos, carteles (‘Aúpa, estamos con vosotros’) y ‘churros’ hinchables. La confraternización reinó en el circuito vigilado por las estelas de la grúa Carola y la Torre Iberdrola y los rugidos del Palacio del Tigre. Algún equipo cruzó la meta con ‘polizones’ a bordo, con los hijos de uno de los atletas que se habían sumado a la caravana en el tramo final. Todos llegaron muy animados. No faltó la alegría tampoco en los cuartetos que acabaron al cabo de una hora su particular paseo por las dos orillas de la ría. Agarrados de la mano y con un salto sobre la línea de meta fue su forma de despedir una mañana atlética y muy divertida.

La entrega de trofeos (para el grupo y placas individuales) y premios (cenas y packs de fin de semana) contó con el campeón del mundo de maratón Martín Fiz (embajador del Banco Santander y participante en la carrera), Patricia Arias, directora territorial del Banco Santander, patrocinador principal de la prueba; Iñigo Barrenechea, director general de ELCORREO, organizador de la Carrera de Empresas; Carolina Pérez Toledo, presidenta de la Confederación Empresarial de Bizkaia Cebek; Patricia Yagüe, directora de Desarrollo de Comalatech;Ane Epalza, responsable de Comunicación de Coca Cola; Pedro Barreiro, director general del Consorcio de Aguas; y Juan Miguel Mancha, responsable de Recursos Humanos de Carrefour.