
Garcinuño advierte de que las empresas están sufriendo caídas “brutales” y en enero puede haber “decisiones de ajuste”
El presidente de Cebek, Iñaki Garcinuño, ha considerado que la previsión de ingresos del proyecto de presupuestos generales del Estado (PGE) es “muy optimista”, por lo que el déficit en 2021 puede ser “enorme”, y ha instado a centrarse en “reactivar la economía y el consumo” y no en “echar globos sonda” como el de la semana laboral.
En una entrevista concedida a Herri Irratia-Radio Popular el presidente de la patronal vizcaína ha lamentado que 2020 se va a cerrar como “un año desastroso en la generalidad de los sectores”, aunque pueda haber “una minoría” a los que “no les ha ido mal” o, incluso, les haya ido “bien”.
“Se está sufriendo mucho, del más pequeño al más grande, con caídas de facturación brutales”, ha advertido. En este sentido, ha apuntado que las entradas en concursos están aumentando de manera “exponencial” y, aunque el último trimestre no ha sido “malo” en términos de desempleo, le da “mucho miedo” lo que pueda pasar a partir de enero, cuando las empresas hagan balance del ejercicio y pueda derivar en “decisiones de ajuste”.
En esta línea, ha señalado que los ERTE han sido “un elemento dulcificador” que ha contenido la destrucción de empleo durante un tiempo, pero “hay ocasiones en que la facturación ha caído tanto” que las decisiones que hay tomar “adaptar tu producción y tus recursos personales a lo que vendes”.
Garcinuño ha incidido en que “las incertidumbres son enormes” respecto a la evolución económica y, pese a que se produzca “un rebote” en 2021, se producirá respecto a “una caída brutal”.
En su opinión, “aquí no nos podemos quejar” sobre las ayudas procedentes de la administración porque “han ido rápidas, en el momento oportuno y con cuantía suficiente”, de manera que “la financiación ha funcionado bien” tanto a través del ICO como de Elkargi. En todo caso, ha indicado que las empresas necesitan que la deuda que han adquirido se pueda devolver en 2022 porque no se están recuperando “como para empezar a devolver” el próximo año.
El presidente de Cebek ha advertido, asimismo, que no se puede “esperar a que la administración nos solucione todo el problema”, ya que tiene “su propia situación económica”.
En esta línea, ha indicado que las administraciones vascas “venían de un superávit” que permite endeudarse ahora, pero “esos deberes no estaban hechos en las cuentas españolas”, en las que ve “una situación económica grave”. Por ello, ha considerado que “cualquier tipo de promesa, de aventura política tiene que estar muy medida para que no hipoteque a las generaciones futuras”.
Para Iñaki Garcinuño, los Presupuestos Generales del Estado contemplan “unos ingresos que en principio nadie espera que se vayan a producir” y un gasto que aumenta “exponencialmente” aunque incluso “algunos consideran que van a ser mayores”.
“Si esto se cumple, si los ingresos han sido muy optimistas y los gastos han sido muy pesimistas, nos encontramos con un desbalance que puede dar lugar a que la realidad sea muchísimo más dura”, ha manifestado. Según ha alertado, “es probable que 2021 sea año de déficit enorme”.
El presidente de Cebek ha defendido que tener presupuestos es “necesario”, aunque ha advertido de que, “cuantos más partidos los apoyan, es más probable que existan más promesas sobre mesa y el producto final quizá no se parezca demasiado al original”.
En relación a una posible reforma laboral, ha indicado que es “un canto sirena que constantemente se está oyendo” y ha añadido que, “independientemente de que necesite retoques”, todavía “no está madura en una situación como la actual” en la que en 2021 “las personas lo que van a necesitar es encontrar un trabajo rápido”.
REFORMA LABORAL Y FISCALIDAD
De este modo, ha insistido en que “cada cosa tiene su tiempo” y, si la reforma “tiene que llegar algún día, ojalá sea pactada y en una situación económica distinta” a la actual. En su opinión, “ahora los esfuerzos tienen que estar centrados en no echar globos sonda” como el de la semana laboral y “dedicarse a lo importante: reactivar la economía y el consumo, y que cuanto más empresas tenemos, menos paro”.
En este sentido, ha considerado que “no merece dedicarle demasiado tiempo” al debate sobre la jornada de 34 horas hasta que “se pueda convertir en un debate serio, y no simplemente un globo sonda pensado para que sindicatos y organizaciones empresariales nos pongamos a opinar sobre ello”.
A su entender, “aquí lo que existen son deseos de establecer un diálogo político donde que la opinión del Gobierno quede en una buena posición”, pero hay “tanto de lo que hablar”, como las posibilidades de que la competitividad y productividad caiga.
Por otro lado, ha lamentado que existe “una incertidumbre enorme” sobre los fondos de recuperación procedentes de la Unión Europea, de manera que “falta concretar hasta qué punto todos los proyectos que se están manejando van a acabar encajando” en esa financiación y también es preciso lograr que los recursos “acaben llegando a las pequeñas empresas”.
Finalmente, ha aludido al debate fiscal y ha incidido en que la defensa de Concierto tiene que estar “en el AND de cualquier agente”. Asimismo, ha reiterado que “la atracción de Madrid es tremenda y, si a esa atracción con la capitalidad, le unes una fiscalidad más atractiva, hace que las inversiones tengan ninguna duda” a la hora de implantarse.
De este modo, ha señalado que, mientras Euskadi no tenga un “entorno fiscalmente atractivo, es muy probable que haya directivos, rentas altas, patrimonios familiares, empresas, que decidan no establecerse”. “Hay ocasiones en que se cree que por incrementar la presión fiscal existe un incremento de recaudación y el tiro sale por la culata”, ha añadido.
Finalmente, ha defendido el modelo productivo vasco, basado en la industria y los servicios auxiliares de este sector, está “bien enfocado”, si bien ha insistido en que “la clave” es que, dentro de la industria, hay que “reinventarse constantemente”.