
AUDIO ENTREVISTA COMPLETA EN EUSKERA
El presidente de Cebek, Iñaki Garcinuño, ha afirmado este martes que, aunque puede que los datos del paro “no sean malos” hasta finales del presente año, en 2021 muchas empresas deberán “adaptar la producción a sus ventas”, lo que conllevará “ajustes” en el empleo.
En una entrevista concedida a Euskadi Irratia, el presidente de la patronal vizcaína ha asegurado que las empresas están manteniendo el empleo, “porque para nosotros la gente es muy importante”, aunque ha lamentado que “algunas veces es imposible”.
Así, ha señalado que son las ventas y los clientes los que mantienen el empleo en las empresas, y que, si los ERTE terminan en enero o no se extienden a todos los sectores, algunas empresas deberán “tomar medidas para adaptar la producción a las ventas”.
“Parece que el último trimestre no va a ser malo, pero creo que, tras acabar el año, las empresas verán cuales son los números y los datos de todo el año, y como no son buenos, seguramente eso traerá consecuencias en el empleo, porque la mayoría de empresas deberán adaptar la producción y las personas a sus ventas, y eso significa que veremos ajustes”, ha reiterado.
Asimismo, ha considerado que el hecho de que se deba mantener durante seis meses el empleo para poder aplicar un ERTE en las empresas es “una mala medida”, ya que, en su opinión, aunque es lógico que se deban dar unas condiciones para recibir las ayudas, “con la gran crisis que estamos sufriendo, a veces es conveniente despedir a una persona para salvar el barco, aunque sea duro”.
“Una empresa sufre mucho si no adapta su producción a sus ventas, y, aunque por ley está prohibido, a veces debemos hacerlo para salvar todo el barco o la empresa y el resto de los empleos”, ha asegurado.
En este sentido, ha indicado que, aunque el periodo de los ERTE concluirá el próximo mes de enero, cree que la medida continuará “unos meses más”, pero que espera que se modifique, “porque al final lo más importante es salvar las empresas, para salvar el empleo”.
SECTORES
Por otro lado, Iñaki Garcinuño ha señalado que, a pesar de que el sector de la automoción en Euskadi mantiene “en torno al 90%” de su producción, “que no es un mal dato”, la situación en otros sectores como la aeronáutica, la construcción o el comercio es “grave”.
El presidente de la patronal vizcaína ha explicado que “los datos son buenos y malos en función del sector”, y que, a partir de enero, se verá “cómo serán mejores o peores en función del sector”. Así, ha considerado que 2020 “acabará muy malo”, y que le gustaría que no influyera en el paro, aunque ha insistido en que “seguramente a partir de enero los datos del paro no van a ser bueno”.
“La producción en la automoción está en torno al 90%, que no es un mal dato. Llegan pedidos desde Europa y la producción no es mala. En la aeronáutica es totalmente diferente, porque si no nos movemos, tampoco se mueve nada en el sector. La construcción también lo está pasando bastante mal, y las personas y empresas que hay en el comercio están en una situación grave”, ha asegurado.
Asimismo, Garcinuño ha destacado que las fábricas y las oficinas son “sitios seguros” para trabajar ante la covid-19, y que “todos los positivos que sufrimos normalmente llegan desde fuera”, ya que, según ha dicho, “normalmente es que una persona de la familia o un amigo ha sido positivo, y que, por lo tanto, se debe hacer un confinamiento”.
“Tenemos muchos y buenos controles desde marzo en las fábricas, no tenemos problemas con los sindicatos, se busca el acuerdo, y creo que hemos aprendido y que se han puesto en marcha medidas desde el primer momento. Por eso, las fábricas y las oficinas son sitios seguros”, ha asegurado.
PUERTO DE BILBAO
Por otro lado, Iñaki Garcinuño se ha referido al conflicto laboral existente en el Puerto de Bilbao, y ha dicho que las instalaciones portuarias son “otro mundo en el que se mantiene y se practica la corrupción”, que “el conflicto está desequilibrado” y que “es un problema complejo”.
“Parece que el puerto se ha quedado en el siglo pasado y las relaciones laborales no son buenas. Eso hay que cambiarlo, y, si no lo hacemos bien, seguramente dentro de dos años volveremos a estar hablando sobre esto”, ha advertido.
Así, ha afirmado que le gustaría que se dictará “un laudo obligatorio” en el conflicto y que “el problema no se alargara más”, ya que, en su opinión, “la economía vasca está sufriendo mucho con este conflicto”.