En una entrevista a Onda Cero Garcinuño se ha referido, de esta manera, a la decisión de aplazar definitivamente la edición de este año de la Bienal Española de Máquina Herramienta y celebrar nuevamente el certamen en 2022.
El presidente de la patronal vizcaína ha afirmado que habrá sido una decisión “muy meditada” teniendo en cuenta las consecuencias económicas que tiene. Asimismo, cree que es un reflejo de la “interacción” que tiene “lo sanitario en el mundo económico” y esta segunda oleada desde el verano lo que hace es tener “una incidencia negativa y clara en el ámbito económico y de las decisiones empresariales”.
“Y tristemente están tan relacionadas que, mientras una no sea vea mejorada en todos los ratios, de contagios, de UCIs y cunda una sensación de que lo sanitario está más o menos controlado, seguramente no viviremos en el mundo económico una recuperación que nosotros confiábamos en que pudiéramos tener en julio y en agosto, pero ciertamente no ha sido así”, ha añadido.
Garcinuño ha afirmado que la economía está enferma y todas las encuestas entre las empresas registran una caída de la facturación “muy importante”, y en algunos sectores puede rondan el 50% del nivel previo a la pandemia. Junto a ello, ha apuntado que las inversiones públicas “se ralentizan” y, entre las privadas, solo se ponen en marcha un tercio de las comprometidas.
“Eso significa que, deteriorada la inversión pública y privada, la facturación, evidentemente los ingresos decaen y la empresa está obligada a atacar el concepto de gasto para poder sobrevivir y mantenerse y de ahí deriva en ese incremento de desempleo que se está teniendo”, ha añadido.
Tras indicar que el desempleo es el “elemento más preocupante”, ha manifestado que hay algunos sectores como el de automoción, que era “uno de los muy afectados”, ahora empieza “a carburar” y hay fábricas de montaje de vehículos que están empezando a funcionar e incluso “con promesas de contratación de bastantes empleados”. Ello lleva, según ha explicado, a que Arcelor tenga que activar su producción destinada a automoción.
Sin embargo, ha apuntado que otros sectores como el de la aeronáutica están “absolutamente dañados”, además del sector del turismo, del ocio y el comercio.
Garcinuño ha afirmado que hay que tener “esperanza” porque Europa ha reaccionado “de forma potente y en un plazo relativamente corto, con una gran cantidad de dinero vinculado a proyectos de futuro”.
También ha señalado que Euskadi cuenta con una cuentas públicas “sobradamente saneadas” y van a permitir un “endeudamiento y poder mantener un presupuesto tal y como lo teníamos, a pesar de la caída de la recaudación”. “Y tenemos un Gobierno estable con un pacto duradero con mayoría absoluta que también ayuda a tomar decisiones”, ha agregado.
Por tanto, ha asegurado que hay ciertas circunstancias “que mejoran lo que se tenía anteriormente” y cree que, “si eso funciona y en Europa existe un cierto motor económico”, a pesar de “ciertas noticias negativas”, mantiene la esperanza y espera que 2021 sea un “año bueno”. Para ello, Garcinuño ha apelado al consumo local y a “tirar menos” de las compras de internet.
Ante la bajada de la recaudación, ha indicado que habrá que esperar a los datos definitivos, pero el “agujero va a ser grande” y va “a afectar a todo”. No obstante, ha recordado que hay un compromiso por parte del Gobierno español para que las instituciones vascas se puedan “endeudar por encima de lo legalmente permitido, por lo menos, hasta el límite del presupuesto que había anteriormente”.
Ello, según ha apuntado, da “un margen amplio de endeudamiento” para “gastar en aquello necesario, revitalizar el empleo, la empresa y la economía y atender a los más desfavorecidos”.
RONDA DE CONTACTOS
Ante el inicio este miércoles de reuniones de la vicelehendakari segunda y consejera de Empleo y Trabajo, Idoia Mendia, con sindicatos y patronal, Garcinuño ha afirmado que todos los contactos que se están estableciendo tanto con la vicelehendakari como con la consejera Arantxa Tapia, son contactos “iniciales” para tratar de conocer el programa que van a desarrollar.
Garcinuño ha indicado que, en el caso de Confebask y Cebek, se ofrecen a ser “unos aliados serios y constantes” en todo el proceso de reconstrucción. “Es una toma de temperatura y de contacto y ofrecimiento mutuo, imprescindible, por otra parte, para actuar de cara al futuro”, ha dicho.
Respecto al planteamiento de rebajar salarios para garantizar la supervivencia de una empresa, ha apuntado que “cada caso es distinto” y “no hay recetas generales”, por lo que cree que “se deberá negociar en cada empresa una cuestión de ese tipo”.
“Hay ocasiones en las que una rebaja en los costes salariales puede ayudar a superar una situación puntual, si luego realmente existe actividad, si al de poco tiempo vuelve de nuevo el trabajo a la fábrica, pero en otras ocasiones, si el problema es estructural, si la pérdida de volumen de trabajo va a durar mucho tiempo o no va a volver en toda su intensidad, seguramente no hacemos nada con una rebaja de una parte del salario, si luego existen personas ociosas porque no existe trabajo para ellas”, ha añadido.
A su juicio, hay que tratar de “aguantar en lo posible” como generalmente se ha hecho en este territorio y ha indicado que una decisión de ese tipo, “siendo dura, tiene que ser la última que una empresa tiene que tomar”. “Pero sin duda ninguna tenemos una obligación al dirigir la empresas y el barco no se puede hundir y, si en un momento determinado se necesitan tomar unas actuaciones determinadas, habrá que hacerlas, pero cada uno tendrá que analizar si una es suficiente o hay que ir a otra distinta”, ha agregado.
Cuestionado por si espera un ‘otoño caliente’ de movilizaciones tras la huelga de este martes en educación, ha afirmado que es un reflejo del “sinsentido” de las relaciones laborales en Euskadi y cree que “no existe parangón”.
Garcinuño ha criticado que la huelga sea “el primer recurso” y ha indicado que es algo que, en el caso de los sindicatos nacionalistas, se vive “con bastante asiduidad”. “Y nos desespera en el sentido que se cierran puertas a una negociación, no se agotan todas las posibilidades y se presenta la huelga, que provoca una tensión y unos daños colaterales clarísimos, como ahora en educación para la familias”, ha asegurado.
A su juicio, están “viciadas” las relaciones laborales, “falta comunicación, y existen excesivos intereses, en ocasiones, políticos”, independientemente de que “puedan tener razón esa reivindicaciones y haga falta mucha más comunicación”. Garcinuño cree que “se abusa” del uso de la huelga y no se recurre a mesas de negociación.