
Las empresas de Bizkaia terminaron el año 2022 con serias dificultades y con enormes incrementos de costes, que mayoritariamente no se trasladaron a los precios de sus productos y servicios. Por ello, esta importante caída de los márgenes supuso un freno a la recuperación, a nuestras expectativas y también a algunos planes de inversión y crecimiento, especialmente en nuestras pymes.
La alta inflación y sus consecuencias han sido por tanto las grandes protagonistas del pasado año. Afortunadamente, en el último trimestre la disminución de precios de la energía y las materias primas, entre otros factores, permitieron evitar la recesión en Euskadi. En cuanto al empleo, Bizkaia ha tenido el mejor comportamiento de la CAPV con una disminución del paro del 3,88% con respecto al año 2021. Aun así, seguimos estando en tiempos de dificultad, con incertidumbres y desafíos por afrontar.
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