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Rueda de Prensa de CEBEK: Garcinuño rechaza una reforma fiscal para subir impuestos porque ahora “toca activar la economía, no estrangularla”

Intervención Iñaki Garcinuño (Presidente de CEBEK)

Rueda de prensa 27 de enero de 2021

Por contextualizar el momento que vivimos, obvia decir que la base de cualquier análisis económico que hagamos parte del reconocimiento de una negativa situación económica, en todos los ámbitos territoriales, en la mayoría de los sectores, que dura ya casi un año, y que aun habiendo elementos para la esperanza y para la salida de la misma, existen todavía grandes incertidumbres sobre el ritmo y la fecha del inicio de la salida y también sobre la fecha en la que alcanzaremos los niveles que teníamos antes de la crisis en lo referido a PIB, empleo, recaudación, etc…

 

De ahí que las encuestas sobre un número importante de empresas cumplen una función importante para anticipar esa salida.

 

6 años nos duró la crisis de 2008 y 1 año ha sido suficiente para que esta crisis ponga patas arriba no solo una estabilidad económica que ahora envidiamos sino también una forma de vida que ha sido alterada como nadie imaginaba.

 

Nos encontramos en plena tercera ola, con restricciones de movilidad y de actividad económica seguramente ineludibles, y la afección a la economía continua siendo elevada.

 

Las empresas hemos vivido al inicio de la pandemia una crisis de liquidez que ha sido bien atendida por el mercado y por las administraciones. Nos hemos endeudado para mucho tiempo, pero hemos podido atender los pagos a proveedores o las nóminas de forma mayoritaria sin que la mora aumentara en exceso. Por el camino se han quedado muchas empresas, y digo muchas independientemente de cuántas sean por lo importante que son, siempre serán muchas. Pero de una crisis de liquidez tememos evolucionar a una crisis de solvencia en un buen número de empresas.

La caída recurrente de ingresos se alarga en el tiempo, los balances se han deteriorado con el endeudamiento anterior y la búsqueda y obtención de más financiación puede estrangular la empresa en el momento en el que haya que empezar a devolver el principal de esa deuda. Todo tiene un límite y algunas empresas y muchos autónomos están llegando ya a ese límite. La normalidad pasa, claro está, por controlar al virus y recuperar la movilidad, los eventos, la cultura, los proyectos de inversión y el consumo.

 

Los daños en lo personal, en lo psicológico, y desde luego en lo económico han sido potentes y tardaremos mucho en recuperarnos de esta caída. Pero al menos en lo económico, y por ser optimistas, los ciclos son temporales, y de una crisis surgen innovaciones, nuevos proyectos, nuevos líderes, oportunidades y hasta en ocasiones, pequeñas o grandes revoluciones.

 

Esta pandemia nos ha mostrado lo frágil de nuestra existencia, ha medido la capacidad de aguante  de nuestras empresas, pero también ha puesto a prueba la capacidad para adaptarnos, para innovar en plazos muy reducidos y para organizarnos de forma colectiva para hacer frente a un reto mundial y mayúsculo. Seguro que sacaremos elementos positivos que permanecerán en el tiempo, y ojalá esto nos compense algo después de tanto desastre.

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Egiten dugun edozein azterketa ekonomikoren oinarriak lurralde-eremu guztietako eta sektore gehienetako egoera ekonomikoa txarra dela aitortzea du abiapuntu, eta ia-ia orain dela urtebete hasi zen.

Pandemiaren hasieran, enpresok likidezia-krisia bizi izan dugu, eta merkatuak zein administrazioek ondo erantzun diote. Dena dela, likidezia-krisitik kaudimen-krisirantz bilakatuko ote garen beldur gara enpresa asko.

Egoera horretan, Cebeken zenbatespenen arabera, Bizkaiko atzeraldi ekonomikoa %10 ingurukoa izango da 2020an, hau da, jaitsiera hori Euskadikoa (-%9,5) baino handixeagoa izango da, baina Espainiako ekonomiakoa baino txikiagoa, %12,8 jaitsiko da-eta.

Enpresei gaur egungo egoera nola azalduko luketen galdetu diegunean, errealitatea kezkatzeko modukoa dela uste dugu haien erantzunaren ondorioz.

%6 baino ez da handitu merkatua eta haien enpresak suspertzen ari direla ikusi dutenen taldea.

 

La pandemia ha lastrado la economía mundial y según el FMI la economía mundial en 2020 cayó un 4,4%, debido al retroceso de los países avanzados (-5,8%), mientras que las economías emergentes mostraron una evolución menor (-3,3%). EEUU con una caída menor del 4.3% o UK con caída del 10.7%

 

La Zona Euro ha sido la más perjudicada retrocediendo de una manera muy importante, el 8,3%. Destacaría el comportamiento menos negativo de Alemania con una caída del 6%, que genera optimismo al ser el motor económico de Europa pero que al mismo tiempo supone abrir una brecha mayor entre sus empresas y las del resto de Europa. España (-12,8%), Francia (-9,8%).

En esta situación Cebek estima para Bizkaia un retroceso económico entorno al 10% en 2020, ha caído fuertemente, caída algo superior a la CAPV (-9,5%), pero inferior a la economía española que desciende el 12,8%.

La caída de la actividad se debió básicamente a la Industria y sector servicios. Y es que la producción industrial se ha desplomado. A nivel sectorial, los sectores más perjudicados son material de transporte, Metalurgia y productos metálicos y  material y equipo eléctrico.

Los sectores en positivo son energía y productos farmacéuticos.

Algunos sectores tractores de nuestro territorio como la Automoción  y el sector  aeronáutico, están hoy aún con una actividad muy reducida tal y como aparecen reflejados en los datos del IPI de 2020. Como sabíamos ayer, la producción de vehículos en España ha caído un 20%. Su vuelta a la normalidad requerirá aún más tiempo.

Por su parte la Construcción ha sido la menos perjudicada y está  soportando mejor, aunque con muchas dificultades, el descenso de su actividad, tras una recuperación apuntada en los últimos años, que estaba permitiendo remontar los malos datos tras la última crisis. También es el sector que menos ha sufrido en términos de afiliación a la seguridad social, y cae en 156 personas respecto a 2019.

Al mismo tiempo, el comercio y la hostelería continúan aun padeciendo las consecuencias del cierre de sus establecimientos y la caída brutal  del consumo. Registran una importante caída, tanto por el Comercio al por Mayor como por el minorista, que va algo mejor.

Esta dura realidad que nos está tocando vivir es la que también se refleja en la encuesta que hemos hecho en Cebek y que tenéis a vuestra disposición.

 

Cuando hemos preguntado por cómo definirían las empresas la situación actual que viven en relación con su mercado natural la respuesta en comparación con septiembre de 2020 hace que califiquemos la realidad de preocupante. La realidad económica es menos mala que la de septiembre, pero lejos aún de vivir una salida generalizada.

Si en septiembre de 2020 había dos bloques bien definidos (47% fuerte recesión + 47% estancamiento según cuánto les afectaba) en enero se reduce mucho el colectivo que sigue viviendo una fuerte recesión (del 47% al 10%) pero se mantienen estables los que ven su mercado estancado, estancado en un nivel de baja actividad se entiende. Lo preocupante es que solo ha aumentado un 6% (de 16% a 22%) los que ya están viendo una reactivación en el mercado y en sus empresas.

 

En consecuencia, con esta realidad, el nivel de pedidos se considera débil o muy débil por un 52%, muy cerca del 58% de septiembre.  La evolución positiva es escasa por tanto. Hay un 36% que mantienen un nivel de pedidos normal, y solo un 12% que lo tienen alto o muy alto.

 

El mercado internacional al que exportar se sigue considerando más estable que el interior a pesar de que la pandemia es mundial. Evidentemente que la exportación ha caído para el 38% de las empresas exportadoras, pero también hay un 13% que lo ha visto incrementado con lo que la afectación se ve que es menor.

 

Estos datos se complementan con el movimiento de mercancías que hemos tenido en Euskadi con destino el extranjero. Llevamos tres meses consecutivos de crecimiento, pero la caída de enero a noviembre fue del 18.5% en el volumen de exportación. Y el mes de noviembre, que va siendo el mejor del 2020, supone un 11.6% menos que el noviembre del año anterior, por tanto, lejos aún de la normalidad.

 

En este sentido debemos felicitarnos por el principio de acuerdo logrado en el conflicto de la estiba con la mediación del Ministerio. La situación ha sido absolutamente insostenible, con un daño en algún caso irreversible para la economía vizcaína y vasca. Cebek ha estado presente en las negociaciones como una parte de la representación de las empresas estibadoras. Se han sentado las bases de un acuerdo futuro. Seguramente quede mucho que hablar y negociar, pero se han desbloqueado de palabra algunas cuestiones importantes. Confiamos así en que el servicio de estiba del Puerto de Bilbao aporte calidad y eficiencia para el bien de la competitividad de toda la comunidad portuaria y empresas exportadoras.

 

 

  1. urtearen portaera nolakoa izango den aztertzean, zuhurtziaz jokatu behar dugu. Ziurgabetasun handiekin bizi gara enpresetan.

%53k, gehienek, susperraldia urtebetetik gorako epean helduko dela uste dute.

Datuen arabera, 2021. urte honetarako iragarpena egin beharko bagenu, Cebeken zenbatespenen arabera Bizkaiko hazkuntza %6,5 ingurukoa izango litzateke.

Gizartearen eta enpresen itxaropena txertoa da, eta ahalik eta epe laburrenean ahalik eta jende gehienari jarriko diotelakoan daude. Guretzat, ulertzeko modukoa izango litzateke mutuak erabiltzea.

Al analizar cómo se va a comportar el 2021 y qué perspectivas de recuperación tienen las empresas de Bizkaia debemos actuar con prudencia porque la vinculación de la economía con la contención o extensión del virus es tan directa que las previsiones se caen con cada posible nueva ola que haya.

Si atendemos a la percepción que tienen las empresas, el 40% que ve el mercado estancado en este momento piensa que seguirá estancado durante todo el primer semestre. No aporta ese dato mucha esperanza, creen que va a seguir igual. Sí aporta optimismo el hecho de que los que creen que se reactivará pasan de los 22% actuales a los 32%. Es un porcentaje pequeño en todo caso.

 

En otra pregunta específica sobre la recuperación el 53%, la mayoría, cree que la recuperación tardará más de 1 año en llegar, siempre que las condiciones y el contexto sanitario evolucionen positivamente con una vacunación en aumento progresivo.

 

Si atendemos a los datos y tuviéramos que hacer un pronóstico para este año 2021, Cebek estima para Bizkaia un crecimiento cercano al  6,5%. Somos conscientes de que la previsión dada por el Gobierno Vasco para este año es del 8,6%. Ojalá se cumpla la suya. Para España está previsto un 7,2%. El FMI da para la zona euro un 5,2%.

Interpretando ambas fuentes, podemos decir que esperamos un crecimiento importante del PIB este 2021, un 6,5%. Pero que condicionado por una caída tan fuerte este 2020 (un 10%), este crecimiento no es suficiente para recuperar lo perdido. Habrá que sostenerlo en el tiempo para ello.

Está aceptado que la esperanza de la sociedad y de las empresas está puesta en la vacunación y que esta se inocule al mayor número posible de personas en el menor tiempo posible. Dependemos de que las dosis lleguen en volumen suficiente, cosa que aún no está ocurriendo, y que una vez lleguen seamos capaces de vacunarnos a un ritmo mucho más alto que lo que hemos visto. Con dosis suficientes para vacunar a un porcentaje elevado de población entenderíamos lógico que se utilizaran a las Mutuas para ganar tiempo a la pandemia.

Mientras esta vacunación llega, sigue siendo necesario apelar a la responsabilidad individual de las personas para poner barreras al contagio. Tenemos que afirmar que las empresas y los trabajadores están actuando mayoritariamente bien en cuanto a la implantación de medidas.

 

Se han establecido pronto, con seguimiento mayoritario, con colaboración por parte de las personas trabajadoras y con éxito teniendo en cuenta el número de contagios en el ámbito de la empresa, si exceptuamos el colectivo de residencias integrado también en Cebek y que tiene un carácter especial por ser un lugar en el que se trabaja y se vive. No nos extraña, por tanto, que de casi 5000 expedientes de Inspección de Trabajo solo hay 2 sanciones.

En relación al papel de las administraciones, estamos generalmente satisfechos de las distintas ayudas dadas a la actividad económica y a las empresas. Siempre se necesitará más, pero somos conscientes de la capacidad limitada de todos los presupuestos públicos. Este apoyo a empresas y a autónomos se debe mantener sin duda en el tiempo a la espera de que llegue la recuperación de forma evidente y generalizada.

 

Las empresas han valorado bien la disponibilidad de liquidez que los fondos ICO y las líneas que el Gobierno Vasco ha aportado a través de Elkargi. La banca ha hecho su papel, ha cumplido su función. También se valora positivamente en la encuesta los múltiples aplazamientos de pagos por impuestos, por retenciones de IRPF, por IVA, y por cotizaciones a la Seguridad Social, muy importantes estos últimos también. Ciertamente a algunos colectivos no les vale con aplazamientos, sino que lo que necesitan es ayuda económica directa para sobrevivir. Bien en donde se haya hecho, y a analizar si es posible hacerlo en más sectores.

 

Para introducir el tema de la fiscalidad les traigo  a colación una de las preguntas de la encuesta en la que preguntábamos por los resultados que van a tener las empresas en 2020 antes de impuestos. El 55% de ellas dicen que los resultados van a ser inferiores a los del 2019. Una cifra importante sin duda cara a la recaudación de Sociedades.  Ayer conocíamos el dato de la caída que ha sufrido la recaudación en Bizkaia, un 10,9%, una vez llevados a cabo los ajustes de IVA e impuestos especiales que supondrán este año una transferencia de Bizkaia a Alava por 348 millones y de Bizkaia a Gipuzkoa por 801 millones.  Un 10.9% es un mal dato pero no tan malo como pudimos llegar a pensar.

 

En relación el debate sobre una posible subida de impuestos en Euskadi o España, creo que conocéis de sobra nuestra visión. Hemos dicho que ahora no es el momento oportuno para modificar la presión fiscal a personas o empresas, al menos si es al alza. Más presión fiscal no significa más recaudación. Creemos en la importancia de la progresividad que rige nuestra fiscalidad, creemos necesaria una fiscalidad sino más competitiva, al menos, equivalente a la de nuestro entorno y creemos clave la lucha contra tipo de fraude fiscal. Con estos mimbres, toca activar la economía, pero no estrangularla.

 

Mientras en Euskadi o en España se quiere abrir el debate de una reforma fiscal por parte de los partidos de izquierda dando por supuesto que es para incrementar esa presión, en otros países de la Unión Europea creen que esta crisis lo que necesita es mayor inversión, mayor consumo y mayor actividad económica. Y para ello algunos de estos países han bajado algunos impuestos. Entienden que la recaudación no vendrá de apretar más a unas empresas en dificultades sino de un mayor dinamismo económico. Así, Italia reducirá la fiscalidad vinculada al trabajo con más desgravaciones, Alemania anuncia reducción de impuestos, exención de impuestos locales o mayores desgravaciones por hijos. Holanda y Portugal reducirán tramos del IRPF. O Grecia que llega a anular el IVA hasta marzo o a reducir cotizaciones a la Seguridad Social, cotizaciones que se perciben como elevadas por parte de las empresas vizcaínas. Aquí se piensa, por parte de algunos, de una forma abiertamente distinta, bajo mi punto de vista menos imaginativa, más cortoplacista y con una visión claramente ideologizada.

 

Así como nosotros, como representantes de las empresas de Bizkaia, estamos plenamente convencidos de la importancia de cuidar a las empresas que tenemos, de incentivar la creación de nuevas y de atraer a las que buscan nueva ubicación, no perdemos la oportunidad de hacer pedagogía con la sociedad en este sentido.

 

Tener un tejido económico numeroso, sólido, innovador, internacionalizado y digitalizado son las claves para disfrutar de un nivel de desempleo bajo y de una calidad del empleo elevada. De eso depende la calidad de vida y el bienestar de nuestra sociedad. No comprendemos ni compartimos los ataques demagógicos que cada cierto tiempo sufren las pocas grandes empresas que tenemos y que tanto aportan al territorio en empleo y en impuestos.

 

En relación al número de empresas, tenemos que lamentar la pérdida de 716 empresas en 2020, la mitad de las 1.436 en Euskadi. Desde la crisis de 2008 han desaparecido en Bizkaia 3.588 empresas.

 

 

Administrazioen zereginari dagokionez, oro har gustura gaude jarduera ekonomikoari eta enpresei emandako era bateko eta besteko laguntzekin. Laguntza horrek bere horretan iraun behar du, inolako zalantzarik gabe.

Euskadiko edo Espainiako zergen ustezko igoerari buruzko eztabaidari dagokionez, orain        une egokia ez dela esan dugu.

 

Enpleguari buruzko datuetan, 2020an, 7.963 langabetu gehiago daude. Gehikuntza, ordea, uste baino txikiagoa izan da.

Oso ondo ikusten dugu ERTEak ezartzea eta krisiak iraun bitartean luzatzea. Hala ere, ez dugu ondo ikusten iraizteko debekuak bere horretan jarraitzea.

Itzulketaren zenbatekoaren ondorioz, baliteke enpresaren egoera oso zaila izatea.

Gero eta enpresa gehiagok uste dute   euren langile-taldearen maila larregizkoa dela (%16tik %21era) Kezkagarria da ikustea enpresen %56k euren langile-taldea murriztu lezaketela         egoerak hobera egingo ez balu.

Edonola ere, enpresen %61ek soldatei eutsiko diete, eta %36k igo ere egingo dituzte.

Absentismoak gora egin du 2020an, enpresen erdietan.

Europako fondoei dagokienez, gure ustetan garrantzitsua da guretzat premiazkoak direla adieraztea. Gure enpresen esanetan, ez dute uste   fondo horiek enpresa txikietara eta ertainetara helduko direnik.

 

 

Esta crisis está teniendo también una incidencia directa sobre las cifras de empleo.

El número de parados baja  en el mes de diciembre en 2.172 personas. A pesar de ello en el 2020 ha aumentado el paro en 7.963 hasta llegar a las 73.080 personas registradas. Un aumento menor del esperado para la caída tan brutal del PIB.

 

En cuanto a afiliación, en Bizkaia hemos perdido 9.380 cotizantes. En el mes de diciembre, había 481.533 personas afiliadas a la Seguridad Social, un 2% menos que el año anterior.

 

En Bizkaia 21.461 personas estaban en ERTE es decir el 4,5% del total de afiliados/as. Ni qué decir tiene que valoramos positivamente la figura de los ERTE y su prolongación en el tiempo mientras dure la crisis. No así el mantenimiento de la denominada prohibición de despedir, y que no es tal, pero que coloca en una grave situación tanto a empresas acogidas a ERTE como a las que no se han acogido a un ERTE. Partimos de la aceptación de que las ayudas públicas deben tener sus condicionantes y que si se reciben ayudas para mantener el empleo no se debe beneficiar de ellas quien despida. Así funciona en Europa y tiene una lógica evidente. Pero no guarda proporción que la cuantía de la devolución en caso de despido afecte a las ayudas recibidas por personas a las que no se ha despedido. Puede colocar a la empresa en una posición muy delicada. Menos sentido tiene aún para las empresas que no se han acogido a ERTE pudiendo haberlo hecho, el premio por no haberlo hecho es que el despido se convierte en improcedente automáticamente.

Hay que ser conscientes de que el ERTE ayuda a mantener el empleo, pero en situaciones permanentes de caída de actividad el ERTE no es suficiente para hacer que la empresa sea viable. Estamos en la obligación de adecuar el gasto de personal a los ingresos. La empresa ante todo tiene que seguir viva.

 

En la encuesta dirigida a nuestras empresas hay un apartado específico sobre empleo con respuestas muy interesantes que permiten ver la realidad que las empresas viven.

Cuando preguntamos por la idoneidad del numerado de empleados en relación a la actividad de la empresa, observamos un leve deslizamiento a peor en comparación con los datos de septiembre. Y es que aumentan las empresas que creen que tienen un nivel de plantilla  excesivo (del 16% al 21%) reduciéndose los que creen que tienen un nivel adecuado (de74% a 68%).

 

Cara a los próximos meses preocupa ver cómo un 56% de las empresas podría disminuir la plantilla si la coyuntura no mejora. No dice que lo vaya a hacer, pero es una declaración de intenciones reflejo de las fuerzas justas con las que llegan algunas empresas después de un año de caída brutal de la actividad. Ese 56% era un 19% en septiembre, cinco meses antes.

A pesar de esto, y creo que merece ser puesto en valor, el 61% de las empresas van a mantener los salarios, e incluso un 36% los van a incrementar. Estas intenciones para el 2021 han sido una realidad durante los meses pasados ya que a pesar de la que está cayendo los salarios no se están reduciendo, reflejo de las prioridades y del compromiso de las empresas vizcaínas y vascas.

 

En relación al absentismo, nos preocupan aún más los datos que tenemos. Ha aumentado durante el 2020 en la mitad de las empresas, motivado por los confinamientos a los que obliga el covid, y supone agravar aún más un problema sobre el que parece que solo las organizaciones empresariales ponemos el foco, como si no fuera una circunstancia que resta competitividad y productividad a todo el tejido. No vemos medidas por parte de la Administración, hasta el momento no hemos visto ninguna reacción por parte de Osakidetza, y es un tema que no parece preocupar demasiado a las organizaciones sindicales.

 

Para finalizar, un breve comentario sobre los fondos europeos. Pendientes de que se concreten proyectos, fechas, importes y un montón de cuestiones más, creemos importante defender la necesidad que tenemos de ellos, como de cualquier otra ayuda pública que dé lugar a favorecer la inversión pública o privada. Así nos lo dicen unánimemente nuestras empresas. Pero lo que también nos dicen, y es algo que llevamos tiempo defendiendo, es que no creen que esos fondos acaben llegando a las pymes. Vista la dimensión pública de muchos de los proyectos, el reparto territorial de los mismos y el tamaño de los proyectos privados o publico privados, la pequeña y mediana empresa siente que el beneficio de estos fondos solo le puede llegar por las consecuencias que puedan tener sobre el dinamismo en la economía o por la tracción que puedan generar las grandes sobre las pequeñas empresas mediante la subcontratación. Habrá que esperar a verlo, pero parece que se cumplen los pronósticos que hacíamos hace tiempo en relación  a los mismos. Bienvenidos sean en todo caso.

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