
El presidente de Cebek, Iñaki Garcinuño, ha afirmado no tener “desconfianza” ante la posibilidad de que se conforme en el Estado un Ejecutivo liderado por PSOE y Unidas Podemos, a la espera de que concreten “su programa de gobierno”.
En este sentido, ha señalado que la posibilidad de que vayan a llevar a cabo una reforma fiscal tendría una “incidencia menor” en Euskadi, y puede que “incluso beneficiara”, como en el caso del Impuesto del Patrimonio.
En declaraciones a Onda Vasca, el presidente de la patronal vizcaína ha sido cuestionado por el acuerdo alcanzado por PSOE y Unidas Podemos de cara a conformar un gobierno de coalición.
En este sentido, ha defendido que lo importante es esperar a ver el contenido del acuerdo y, “más allá de esos 10 puntos básicos concretados, saber en qué se va a materializar el programa de gobierno”. “Desconfianza por el hecho de las siglas, diría que no”, ha valorado.
Respecto a las posibles medidas que adoptaría un Ejecutivo progresista, Garcinuño ha afirmado que la reforma laboral “necesita modificaciones”, pero “no sé si las que los empresarios pensamos son las que PSOE y Unidas Podemos trabajarán en el futuro”.
“Ellos querrán contentar a sus bases y dar un toque progresista a su gobierno, pero la historia está llena de reformas de todo tipo que, en ocasiones, han respondido a los deseos de los empresarios por lo que tendremos que esperar a ver”, ha sostenido.
Asimismo, y en lo que respecta a las negociaciones abiertas para la aprobación de los Presupuestos vascos de 2020 y la posibilidad de que salgan adelante con el voto de Elkarrekin Podemos, ha afirmado que ello no le genera ningún miedo ya que “sabiendo que la propuesta de los presupuestos la hace el PNV y el consejero Pedro Azpiazu, seguro que estará lleno de racionalidad y de continuidad respecto a lo hecho hasta ahora”.
“El hecho de que haya un matiz, perfil o barniz necesario contentar a un partido como puede ser Podemos no me supone ninguna desconfianza”, ha reconocido.
SMI
Por lo que respecta a la decisión del Ejecutivo central de incrementar en la pasada legislatura el Salario Mínimo Interprofesional, ha reconocido que sorprendió el “porcentaje de subida”, ya que “la clave siempre suele ser cómo financiarlo”.
En esta línea, ha reconocido que uno de los argumentos contrarios a la subida del SMI era que se reduciría el ritmo de creación de empleo, pero realmente tanto en el Estado como en Euskadi el ritmo “ha sido parecido”.
“Nosotros preveíamos un impacto menor porque en Euskadi la mayoría de los convenios colectivos tienen unos salarios mínimos que, si no son de una cifra semejante, incluso están por encima”, ha indicado, para añadir que al final los salarios “los paga la empresa, pero quien realmente los está pagando es el cliente”.
En lo que respecta a posibles cambios en la fiscalidad en el Estado, ha asegurado que en Euskadi tendrán “incidencia menor” al recaer las competencias en las Juntas Generales.
“Alguna reforma sí podría beneficiarnos, en la medida de que, si en Madrid no existe impuesto de Patrimonio y se decide uniformizar, una supresión de esa deducción que existe en Madrid tendría una influencia positiva”, ha detallado.
En este sentido, ha recordado que la relación con Madrid siempre ha sido “intensa” lo que no dificulta que alguien con un patrimonio importante pueda “establecer un puente hacia allí” para beneficiarse fiscalmente.
Por último y en referencia a una posible reforma fiscal en Euskadi, ha apostado por “analizar los resultados de la anterior reforma” y en base a ello establecer un debate. “La recaudación va en índices buenos, seguramente hagamos récord de nuevo. Todos los impuestos en general van bien y, si hay alguna reforma, lo importante es que se haga con prudencia”, ha valorado.
FONDO DEL GOBIERNO VASCO
Cuestionado por el fondo del Gobierno Vasco destinado a invertir y participar en empresas para garantizar su arraigo, ha destacado que “tenemos una cierta capacidad para que este fondo sea activo y se le nutra de importes”. “Es muy necesario y debe tener recorrido”, ha subrayado.
En este sentido, ha afirmado que el hecho de que el Parlamento Vasco haya “focalizado” sobre Euskaltel –empresa sobre cuyo arraigo Garcinuño no cree que peligre– “puede ser interesante por ser una empresa importante”, pero “las compras no hay que hacerlas públicas” ya que “el anunciar que hay interés no ayuda a la compra”. “Hay que dejarlo en manos del Ejecutivo y que con sus conocimientos, ellos decidan”, ha finalizado.
Ya en el apartado laboral Garcinuño, ha acusado al sindicato ELA de tener voluntad de jugar “un papel claramente político” apostando por la “conflictividad” en el sector del Metal. Se ha referido a los conflictos laborales abiertos en el Territorio, entre ellos el del Metal después de que los sindicatos hayan convocado ocho nuevos días de huelga, entre el 28 de noviembre y el 19 de diciembre, tras el fracaso de la última reunión de la mesa negociadora.
En este sentido, Garcinuño ha lamentado que el sector esté siguiendo “la estrategia de ELA de conflictividad a tope e influencia política”. “Tras las Navidades estaremos en Euskadi otra vez en campaña electoral y ELA quiere jugar un papel claramente político. Creemos que no tienen voluntad de firmar un convenio colectivo… Creemos que se trata de una estrategia de conflictividad marcada que se ha focalizado en el Metal y mañana puede surgir en otro sector. Voluntad, poca”, ha acusado.
Por lo que respecta a la solución alcanzada en el conflicto de la Educación concertada de iniciativa social, ha valorado que la mediación del CRL ha sido “importante”, pero se ha mostrado preocupado por el hecho de que “se prostituya” el uso de la huelga, “alargándolas durante meses”.
“Una huelga de un mes de duración es un exceso y un despropósito. Aunque la huelga influyera en la toma de decisión de la patronal debe hacerse un uso con más prudencia. Y sobre todo tener voluntad de acuerdo”, ha deseado.