Cree que el Gobierno de Sánchez ha podido estar “influido” por su socio pero no duda de que hay criterios médicos detrás de la decisión, que causará “un daño fuerte”
BILBAO, 30 Mar. (EUROPA PRESS) –
El presidente de Cebek, Iñaki Garcinuño, ha reconocido la dificultad a la que se enfrenta el Gobierno central a la hora de gestionar una situación “tan complicada” como la que se vive por la pandemia del coronavirus, pero no comparte la decisión de cerrar toda la actividad que no sea esencial y cree que “se equivoca”.
En declaraciones a Europa Press, Garcinuño ha querido “rebajar” la crítica ante la medida adoptada por el Gobierno y ha asegurado que hay que comprender la dificultad que tienen “todo ese tipo de decisiones”.
En este sentido, ha aludido a la necesidad de “improvisar” o de tratar “de una forma rápida y no tan reflexiva como normalmente salen todo tipo de normativas por parte del Gobierno”. Garcinuño ha asegurado que gestionar una situación tan “complicada” merece un “reconocimiento claro” por parte de la sociedad “en base al esfuerzo que supone la responsabilidad que tiene ahora tomar decisiones”.
Garcinuño ha afirmado, en todo caso, que es una decisión que no comparte y ha recordado que la patronal lleva semanas diciendo que la actividad económica “por mínima que fuera” -tal y como estaba ocurriendo con caídas “en unos niveles muy importantes”- era necesario que se mantuviera, sobre todo, para que cuando concluyera la pandemia no hubiera un “tejido económico que no estuviera absolutamente parado” y “pudiera ser más fácil arrancar”.
Sin embargo, ha asegurado que, “de la noche a la mañana y sin consulta previa”, el Gobierno ha optado “por la tesis contraria” y cree que “ciertamente” el Ejecutivo que lidera Pedro Sánchez “puede estar influido por su socio de Gobierno”.
Garcinuño ha indicado que le habría gustado “escuchar más” criterios médicos que respaldaran esta decisión, algo que, según ha apuntado, no ha visto por el momento, aunque no tiene “duda de que está detrás de la decisión”.
A su juicio, es la medida “más dura” que se podía tomar y cree que cabía “escalar las decisiones y su profundidad y radicalidad” y haber tomado antes otras iniciativas “antes que directamente un cierre”.
El presidente de Cebek no ha querido focalizar sobre quién tiene la responsabilidad de tomar las decisiones “a pesar de que son ellos quienes actúan y quienes nos colocan en esta situación”. “Prefiero juzgar más los hechos que las personas, el Real Decreto que tengo sobre la mesa y la orden de cierre, que no comparto”, ha indicado Garcinuño, que ha aludido a la “idiosincrasia de Euskadi con su industria que depende tanto del exterior” y que no puede “permitirse un cierre y más un cierre de este tipo”.
“LO ACEPTAMOS”
El presidente de la patronal vizcaína ha manifestado, no obstante, que habrá que aceptarlo porque es “una normativa de obligado cumplimiento y, por supuesto, la aceptamos”. “No quiero poner el foco sobre la persona, sobre el Gobierno, sino sobre el hecho en sí mismo”, ha agregado.
Garcinuño ha realizado esta reflexión en torno al contenido de la decisión del Gobierno pero, en cuanto a las formas, sí cree, en este caso, que “no se puede hacer peor”.
“Estamos anticipando una semana a la Semana Santa, que habría sido un periodo estupendo para poder haber hecho ese cierre si se consideraba necesario, esta semana podía haber sido la preparatoria para que las empresas se vayan haciendo a la idea, cerrando temas y se vaya preparando ordenadamente a la empresa para afrontar a ese cierre”, ha añadido.
Además, cree que habría dado tiempo para que el gobierno hubiera pactado con los sindicatos, con la patronal y, sobre todo, con los partidos políticos “que le sustentan y que, como el Gobierno Vasco, están siendo leales en la aplicación de esta normativa”. Garcinuño ha añadido que una ley se tiene que llevar a un consejo de ministros “elaborada” y no se tienen que aprobar conceptos que luego se desarrollan.
“Esta normativa tenía que haber estado escrita ya, tenía que haberse negociado y, si no, lo tienes que negociar esta semana pero las prisas han dado lugar a que una rueda tan potente como la economía se tenga que parar a marchas forzadas, con mucha incertidumbre respecto a quiénes sí y quiénes no y con una sensación de que ese tipo de palabras como hibernación o que es mejor parar 15 días y luego ya arrancaremos de nuevo reflejan un cierto desconocimiento de cómo funciona la economía, el mercado”, ha añadido.
En este sentido, ha indicado que el cliente “no te espera” y Europa está “mayormente abierta”, lo que supone que las empresas afectadas por este cierre se van a quedar “sentadas viendo cómo los pedidos pasan por delante sin poder ir a cogerlos”.
“DAÑO FUERTE”
Por lo tanto, cree que se va a producir en la economía un “daño fuerte, más aún” del que esperaban y, por tanto, de cara a la recuperación, “siendo incierta”, esta decisión sitúa “un peldaño seguramente más abajo”.
Garcinuño ha manifestado que tendrán que rebajar su previsión de crecimiento de la economía vizcaína para 2020, que estaba en torno al 1,9%, y ha afirmado que comparte “la tesis” de la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia, de que “se va a entrar en recesión”.
“Eso va a ser inevitable, la recesión son dos trimestres de pérdidas y seguramente marzo nos hará entrar en el primer trimestre negativo y el que viene, seguramente será el segundo. Es muy probable, según dicen, que las economías europeas se coloquen en negativo y el abanico va desde un poco a mucho, pero esperamos un 2020 con una caída muy importante del PIB que irá acompañada de un incremento del paro, a pesar de que estamos recurriendo de forma mayoritaria al ERTE”, ha asegurado.
En este sentido, ha asegurado que, en ocasiones, la empresa “si quiere salvar toda la nave”, en algún momento tiene que “actuar sobre personas en concreto, tirando de rescisiones”, a pesar de la normativa estatal que, “en principio, prohíbe el despido objetivo”.
PERMISOS RETRIBUIDOS
Por otra parte, ante la decisión del Gobierno de que las empresas que tengan que cerrar opten por dar permisos retribuidos a sus empleados, ha señalado que ello supone que no se podrán acoger a ERTEs por fuerza mayor como ha sido en el caso del comercio o la hostelería y cree que se trata de una “herramienta más ventajosa para las arcas públicas”.
Garcinuño ha asegurado que las empresas ya estaban utilizando medidas de flexibilidad como puede ser esa u otras. “No es algo que sea una mala idea en el sentido de que ya lo estamos aplicando, por lo tanto, no nos va a costar, al menos, aplicarlo. No hay más que hacer, toca cumplirlo y, cuando nos incorporemos, tocará reubicar esas horas en el resto del año”, ha apuntado.
El presidente de Cebek ha manifestado que no tienen datos de las empresas que en Bizkaia se podían ver afectadas por esta decisión y ha señalado que habrá “incertidumbre” hasta que el Gobierno no haga una aclaración porque el artículo 4 establece la posibilidad, si fuera necesario, de que una empresa de cualquier sector pudiera tener una mínima plantilla o actividad a desarrollar.
“Es decir que pudiera establecer unos servicios mínimos equivalentes a los de un fin de semana, a los de un día festivo y que pudieran estar trabajando, siempre y cuando sea necesario. Ello abre la puerta a muchas empresas que necesitan mantener maquinaria, cerrar un pedido o recibir material. Salvo que se aclare o delimite más, abre un espacio para que las empresas lo analicen y, si consideran que lo cumplen, acogerse a él”, ha dicho.
Por lo tanto, cree que un “parón de ese tipo, o se hace de forma ordenada o se puede provocar un caos”. Garcinuño ha reconocido que es su miedo principal porque “los cobros y los pagos, la gestión diaria de la empresa no se paran porque el gobierno diga que hay que quedarse en casa”.